EMELEC CAMPEÓN 1988: Vuelve el fútbol, vuelve la alegría

Los hinchas azules jamás olvidaran el año 1988. Luego de nueve años de derrotas, frustraciones, conflictos y de no haber conseguido un campeonato desde 1979, Emelec se cobró con creces la revancha esperada y obtuvo todos los títulos que disputó en esa temporada.

Para empezar, una de las páginas más brillantes la escribió el 29 de mayo de 1988. Ese día los eléctricos conquistaron la Copa Guayaquil, luego de vencer 1-0 a Barcelona, que había organizado una gran fiesta para inaugurar su estadio.

Días antes, Emelec había tenido su reaparición internacional con una acabada demostración frente a Peñarol. Con una sensacional actuación de Avilés, que marcó los golazos, los azules batieron 2-1 a los campeones de la Copa Libertadores de 1987 y abrían las primeras esperanzas a una fanaticada que hacía años que no conocía halagos. Fue tan convincente esa actuación, que periodistas y simpatizantes eléctricos aseguraban con anticipación: “Si Emelec juega así durante el Campeonato Nacional, se lleva el título de largo”.

Y, en efecto, así ocurrió. Pero todavía había mucho camino por recorrer y mucho sufrimiento de por medio. El golpe más duro del año fue la renuncia de Angel Castelnoble, por motivos nunca bien aclarados. Sin embargo, Juan Ramón Silva su sucesor, al encontrar un equipo encarrilado, mantuvo los esquemas y el cambio de timón no produjo traumatismos.

Pero para llegar, primero a Copa y luego al título, el equipo vivió en la cancha momento de drama. El 6 de noviembre Emelec enfrentó a Barcelona en el Monumental, en el último minuto Falero no llegó a topar una pelota que cruzó el arco desguarnecido de Carlos Morales. En la réplica, Urlin Canga le cometió penal a Holger Quiñónez. Barcelona se sentía ganador, pero Baldriz contuvo el disparo a Toninho. El partido terminó en empate y Emelec superó el obstáculo más difícil en su camino hacia la Copa que le abría paso también para llegar a la corona. Lo paradójico de la historia fue que los triunfos más importantes de 1988, los consiguió Emelec en la casa de su tradicional adversario, Barcelona. Ahí se reencontró con la gran competencia internacional, ahí conquistó la Copa Guayaquil, ahí dio el paso decisivo hacía la Copa Libertadores con el penal que atajó Baldriz a Toninho, ahí consiguió la clasificación a la misma al vencer a U.Católica y ahí logró la victoria por KO sobre D.Quito, que fue la base del título de campeón obtenido con el empate en el estadio Atahualpa el 27 pasado.

Para este campeonato Emelec contó con una cuota foránea importantísima, escogida por quien fuera figura de Emelec y campeón como jugador y técnico, Eduardo “Ñato” García. Llegaron el arquero Xavier Baldriz, el volante creativo Rubén Beninca y el mediocampista defensivo Miguel Falero. Ellos, junto a figuras que fueron de la selección nacional, como son los mediocampistas Kléber Fajardo, Enrique Verduga y José Federico Minda, los delanteros Jesús Cárdenas y Raúl Avilés y el defensa Urlin Cangá quien era el capitán, lograron formar un equipo de mucho fútbol. La formación base era con Baldriz; De Negri, Cangá, Fajardo y Fraijó; Falero, Verduga, Minda y Beninca; Cárdenas y Avilés. De lujo.

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