ENTREVISTA AL HISTÓRICO KLEBER FAJARDO

Kléber Fajardo, el Cabezón, fue un volante de contención de notable calidad técnica, tanta que también era clave en la creación de fútbol en Emelec, especialmente en los títulos ganados en 1988, 1993 y 1994. Entre su debut en 1984 y su salida del club, en 1996, dice que Dusan Draskovic –lo hizo titular de la Tri–, Salvador Capitano y Carlos Torres Garcés son los entrenadores que mejores enseñanzas le dejaron. Ahora, con 52 años, y como técnico, lamenta no haberse retirado en Emelec y también no poder transmitir sus experiencias entre los jóvenes del club que lo formó.

Flavio Perlaza reveló que cuando se retiró, por 10 años siguió soñando que era futbolista. ¿Para usted fue complicado el retiro?
El futbolista no se prepara para el día después del retiro. Para mí fue muy difícil y traumático porque inicié mi carrera en Emelec y me habría gustado terminarla ahí. En 1996, cuando salí de Emelec, busqué otras opciones; debía seguir jugando, mis hijos eran pequeños y necesitaban de mí. Fui al Olmedo (en la serie A) y Audaz Octubrino (en la B). Con el tiempo comprobé que esas decisiones no fueron las mejores, no por menospreciar a Olmedo y Audaz, sino porque debí acabar en donde me inicié: en Emelec.

¿A qué jugador ecuatoriano de la actualidad se parece su estilo futbolístico?
Yo me caractericé por ser un jugador de técnica individual, incluso en las situaciones más complicadas. Antes el cinco era usado por los técnicos solo para obstaculizar y para tratar de que el volante creativo del otro equipo no funcionara. Para hablar de un jugador que tenga parecido con mi estilo, debo mencionar a alguno muy técnico y táctico, como Fernando Gaibor, de cabeza levantada y de pases claros; también Cristian Noboa.

En el 2007 Emelec estuvo cerca de bajar a la serie B. Una temporada después empezó a ser protagonista y logró tres subtítulos, un tricampeonato y ocho participaciones seguidas en la Libertadores. ¿A qué se debe el cambio?
Habría que hacer una revisión cronológica de qué ocurrió. Si la dirigencia cambió, si existió un recambio institucional o de jugadores. Son varios los factores que se conjugan para salir de un momento tan drástico como es estar cerca de la serie B y después pasar a una era llena de éxitos. Los últimos años para Emelec han sido brillantes; es protagonista del campeonato ecuatoriano y a nivel internacional.

¿Cree que Emelec pueda ganar la primera etapa?
Sí. Pero a diferencia de otros años la etapa la pelean cuatro equipos. El sorprendente Delfín, que es puntero invicto. Independiente, convertido en una fuerza futbolística en Ecuador; Barcelona, con su poderío, debe ser el equipo que mejor juega; tiene buena plantilla y un buen técnico. Y Emelec, con un DT que ya conoce el medio y pelea de igual a igual para quedarse con la primera etapa.

Usted debutó a los 19 años en Emelec. ¿Cómo toman los jóvenes eléctricos las críticas que les hizo Esteban Dreer?
La falta de experiencia y de recorrido de los jóvenes los hace fallar. No solo los jóvenes se equivocan, pero Dreer no le va a apuntar a los mayores. Para él fue más fácil mencionar los errores defensivos que los ofensivos. El comentario para los chicos pareció irrespetuoso. No es que ellos tengan licencia para fallar, pero hay que destacar que estos chicos tienen firmeza para jugar el campeonato y la Copa Libertadores. Eso no es fácil.

Wilfrido Verduga, Jesús Cárdenas, Luis Capurro, Marcelo Morales, usted y otros campeones de 1988, 1993, 1994, y semifinalistas de la Libertadores en 1995, se fueron sin despedidas de Emelec, en silencio, y varios criticados por los dirigentes de la época, ¿por qué?
Existe una mala costumbre de no aprender a reconocer a los jugadores que en algún momento engrandecimos al club. No hablo de algún reconocimiento económico, pero sí una despedida porque hicimos cosas importantes. Incluso, después de mi salida de Emelec, me cerraron muchas puertas. Emelec me lo dio todo y di todo por Emelec, pero hay que ser recíprocos. Nos hemos preparado para en el retiro trabajar en el fútbol y me habría gustado hacerlo en el equipo en donde permanecí 15 temporadas (desde las divisiones menores azules, en 1982). Sin embargo, los dirigentes tendrán sus razones. A mí nunca me abrieron las puertas.

Dusan Draskovic formó a muchos DT nacionales, la Ecuafútbol tiene un instituto para técnicos, ¿pero por qué hay pocos entrenadores ecuatorianos en los clubes de la serie A?
Nunca hubo en nuestro fútbol mucho espacio para los técnicos ecuatorianos, y yo no voy a culpar a los dirigentes de la FEF o a los de los clubes, pero cuando se le ha dado la oportunidad al DT nacional hubo poca tolerancia. A mí lo que me sorprende es que la FEF haya creado un instituto para técnicos y que a ellos no los tengan en las divisiones inferiores de la Selección.

¿Lo frustra ser DT y que no le den oportunidades?
Sí, porque yo tengo capacidad para entrenar, dirigir y porque me gusta. Yo veo que llegan técnicos de otros lados, pero la culpa no es de ellos, sino de los dirigentes que los contratan.

Édison Méndez dice que hubo molestia en jugadores de la Tricolor, porque no pueden regalar libremente camisetas de la Selección y porque muchos dirigentes iban al camerino. ¿Basta eso para explicar el bajón de Ecuador en las eliminatorias sudamericanas?
Eso es una gran mentira. El futbolista es una persona especial. ¿Qué es más difícil: que te nieguen una camiseta o que no te paguen? Que no te paguen tu salario, obviamente. A los jugadores nos han enseñado, desde pequeños, que para tener fuerza para reclamar algo hay que ganar. Lo de la camiseta y lo de las entradas es mentira. (D)

Uno de los mejores años de Emelec fue 1992, cuando llegó Salvador Capitano. No logramos el título, pero era un equipo poderoso, goleador.
Kléber Fajardo,
Ex Volante eléctrico

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