ANÁLISIS: DEBUT Y EMPATE DE UN EMELEC 2017 AÚN EN CONSTRUCCIÓN

Después de esperar algunas semanas que se hicieron eternas, al fin vimos a nuestro amado Emelec comenzar su largo peregrinar en esta Serie A 2017. Entre las muchas buenas nuevas institucionales de los últimos días, y tras seguir ansiosamente el mercado de pases y la pretemporada, el entusiasmo en la previa era palpable. El viejo (y lastimosamente decrépito) Modelo Alberto Spencer se colmó de azules, para ver al Más Querido frente a un hueso relativamente duro de roer, como lo es la U. Católica que dirige Célico.

Emelec saltó a la cancha con el 4-4-2 que se había visto en las prácticas de la semana. Como era de esperarse, Arias mandó al equipo a comerse la cancha, y enseguida dio frutos: robo de balón de Pinillo en la media y pase a Preciado, quien desborda y pone pase rasante a profundidad para que Mondaini la meta en el segundo palo. Alegría rápida para los Eléctricos, el primer gol oficial del año. Sin embargo, cierta inconsistencia fue mostrándose a medida que el tiempo avanzó y el visitante se asentó en cancha. Nuestro equipo, fiel al estilo de su DT, presionó bastante alto sobre el terreno de juego, tratando de mantener posesión lo más posible, y en base a ello defender y atacar. Pero, qué pasó cuando no se tuvo esa posesión?

Lo mismo que le pasó a Emelec en demasiados partidos de 2016. Católica comenzó a esperar, presionar en la salida de los laterales (vitales para Arias) y robar detrás de la media cancha, para luego contragolpear; aprovechando una defensa parada casi sobre el círculo central. Pocos minutos luego del gol nuestro, viene el empate, y otros minutos después, el 1-2 para la “Chatolei”. Podría decirse que el potrero que osó llamarse cancha hoy no dio las garantías para un equipo que toca y toca. Más allá de eso, se notó una vez más a ese Emelec desbalanceado del año pasado. Defensas y mediocentros muy adelantados, por ende lentos para regresar (Pinillo, Baguí, Lastra) y perdiendo balones y marcas; ofensivos a veces muy punzantes y creando peligro con posesión al unísono, pero a veces también absorbidos por la marca (Mondaini, Angulo).

Para los segundos 45, hay que decir que Arias algo corrigió. El ingreso de Gaibor por Lastra permitió generar más y llegar con peligro más consistentemente. Mientras tanto, los Camaratas ya comenzaban a sentir los estragos de la cancha; su despliegue no fue el mismo, y no era tan necesario nuestro doble cinco neto (que igual no funcionó tan bien). Luego de un gran desborde y tiro de Preciado (el mejor de Emelec hoy), Quiñónez metido en el área coje el rebote, centra, y Vides conecta para empatar y debutar con gol. El Bombillo siguió martillando, e incluso ingresó Piriz de buena manera; pero a medida que pasó el tiempo y la lluvia convirtió todo en fango, la UC se guardó un empate merecido.

Podría argumentarse que pudo entrar Portocarrero y no Yorman Valencia, Jaime y no Pinillo; o debatir entre tener la dupla de delanteros tan adelante, poner otro mediocampista de creación frente a los mediocentros, o simplemente bajar las líneas. También puede decirse que no nos dieron un penal y tuvimos varias claras, como que la UC juega tuvo también sus chances. Y no está demás recordar que Burbano, Matamoros, Romario Caicedo no estuvieron disponibles. Lo que sí es cierto, es que la pretemporada no creó mágicamente una máquina: Emelec sigue siendo un equipo en construcción. Solo queda esperar el pasar de los partidos para ver si las ideas de Arias, más el desempeño de los jugadores, se traducen no solo en grandes jugadas y despliegues, sino también en victorias en la cancha. Eso sí, el apoyo en las gradas como se vio hoy, no debe faltar.

Escrito por: Carlos Navia @carlosfernavia

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